Ruta literaria sobre el Cádiz del siglo XVIII

¡Hola a todas y a todos! Hoy vamos a hablar sobre la ruta que hicimos en la última salida acerca del Cádiz del siglo XVIII. Como sabemos los gaditanos, este fue el siglo de las luces en la ciudad. Tras el traslado de la Casa de Contratación a la provincia en el 1717, la ciudad creció considerablemente alcanzando su auge económico y cultural gracias al comercio de ultramar.

Nuestra ruta iniciaba en la Facultad de Filosofía y Letras, en la Avenida Dr. Gómez Ulla, desde donde nos trasladamos a la playa de la Caleta. Este lugar, respaldado por los castillos Santa Catalina y San Sebastián, supone un gran punto histórico a causa de su papel militar. Atravesando el árbol del Mora, llegamos a calle de la Rosa, donde nos sumergíamos ya en la zona que frecuentaba González del Castillo, un dramaturgo gaditano del siglo XVIII conocido principalmente por sus sainetes. Aquí, hicimos una breve parada para entender la división del barrio de la Viña: este barrio más reciente que otros posee de unas calles más abiertas y anchas para así reducir el contagio de las epidemias de la época, a diferencia, por ejemplo, del Barrio de Santa María, de mayor antigüedad y con calles mucho más estrechas e irregulares.

Entramos por la calle Hospital de Mujeres, donde en el portón número 59 podemos observar la casa donde supuestamente falleció Juan Ignacio González del Castillo. Si continuamos por dicha calle, llegamos al lugar que le da nombre a la misma, el famoso Hospital de Mujeres. Este edificio barroco que fue inaugurado en 1749 podemos encontrar también la capilla de Nuestra Señora del Carmen.

Continuamos nuestro camino parando en la conocida por los gaditanos plaza del Mercado Central de Abastos para visionar desde este punto las famosas torres miradores. Debido al auge comercial, la ciudad comenzó a tener en las azoteas de sus edificios miradores para visionar el muelle de la ciudad. Una de las más conocidas es la Torre Tavira.

Atravesando la plaza Topete, llegamos a la calle Compañía desde donde observamos la calle Arbolí, para hablar del Teatro Italiano de la Ópera, la Casa de la Camorra, y es que en el siglo XVIII residían muchos italianos en la ciudad. El edificio acogía aproximadamente hasta la Plaza Topete.

Mientras observábamos la catedral nueva —que comenzaba a construirse también en este siglo— descendíamos hacia la plaza de la Candelaria. Es curioso mencionar que por entonces encontrábamos muy pocas plazas en la ciudad, por ejemplo, estos jardines pertenecían al convento de la Candelaria que le da nombre a la plaza. Haciendo una breve parada en la plaza del Palillero, llegábamos a la calle Barrié, anteriormente calle del Vestuario por el papel que conformaba en los cambios de vestuario del teatro.

Por último, finalizábamos nuestro recorrido en la importante calle Ancha, donde vemos las casas palacios de los nobles de la ciudad y diversas familias que vivían del comercio gaditano. En la época de las Cortes de Cádiz sería una de las calles principales de reunión.

En conclusión, este recorrido nos ha servido para adentrarnos en la ciudad gaditana del siglo XVIII y conocer de primera mano la relevancia que esta tenía en aquellos tiempos. Esta ruta nos beneficiará a partir de ahora para ponernos en contacto con el patrimonio literario de la ciudad. 



Imagen de Cervantes Virtual de  Cádiz en el siglo XVIIIhttps://www.cervantesvirtual.com/portales/viajeros_espanoles/imagenes_ilustraciones/imagen/imagenes_ilustraciones_04-vista_de_cadiz_en_el_siglo_dieciocho/ 


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